Por: Jesús Ángel Barajas Fragoso
Molothrus aeneus
¿Sabías que existen aves parásitas? Nos referimos a una especie que se alimenta y se desarrolla a expensas de otra. Se trata del Tordo Ojos Rojos, pues pone sus huevos en los nidos de otras aves.
Esta ave migratoria forma grandes bandadas en invierno y ha sido importante para muchas culturas de Mesoamérica, particularmente la cultura Maya, de donde proviene la leyenda del Ts’íiw o Tordo ojos rojos (Molothrus aeneus), que te contamos a continuación:
El valiente pájaro ts’íiw tenía un plumaje de múltiples colores y ojos castaños. Un día, el dios Cháak reunió a todas las aves para anunciar que quemaría las milpas con el propósito de fertilizar la tierra, y les encomendó la misión de recoger las semillas para el siguiente ciclo.
Cuando el fuego avanzaba, los pájaros recogían las semillas, pero nadie había salvado al maíz, la más importante. El ts’íiw, sin dudarlo, se lanzó entre las llamas y logró rescatarlas, pero salió con las plumas quemadas, los ojos inflamados y el cuerpo cubierto de ampollas.
Conmovido por su sacrificio, Cháak le otorgó una recompensa única: el ts’íiw nunca tendría que construir un nido ni cuidar de sus polluelos, pues otras aves se encargarían de hacerlo por él. Así, su valentía quedó marcada en la tradición, y hasta hoy este pájaro deposita sus huevos en nidos ajenos en honor a su esfuerzo por salvar el maíz, el alimento esencial de la humanidad.
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